Es innegable que el propio título del Blog nos abre un
abanico de posibilidades. Por un lado, la noción de "reflexionar".
Innumerables son las ventajas que dicho verbo nos puede traer, si pensamos que
la reflexión nos aporta distintos puntos de vista sobre el conocimiento que ya
teníamos en nosotros mismo antes de adquirir nuevos conocimientos. De esta
manera, en mi caso, a pesar de tener algunas nociones sobre la necesidad de
adaptar las formas de enseñanza a cada alumno, puesto que ninguno son iguales,
una de las cosas que más me ha llamado la atención ha sido la distinción entre
"individualización" y "personalización" de los procesos de
enseñanza y aprendizaje. Una vez estudiados esos términos con la documentación
aportada por el curso, me queda mucho más claro para poder ponerlo en práctica
en mi día a día como docente.
Además de esto, me gustaría destacar el conocimiento
adquirido en cuanto a las inteligencias, y de esta manera vincular con lo que
yo entiendo cómo "inteligencia". En mi opinión, la inteligencia es
aquella herramienta que nos permite, al ser humano, poder realizar una serie de
acciones, tanto físicas como cognitivas. La tendencia a la utilización de una
actividad sobre otra, dependerá, por ello, del tipo o tipos de inteligencias
que priman en una persona. Es por ello que con este bloque he vuelto a repasar
la diferenciación entre los distintos tipos de inteligencias, y además he
podido darme cuenta de la importancia que el tipo de inteligencia que predomina
en mi puede influenciar en mis alumnos.
Esta diversidad de inteligencias proporciona un color diverso
a nuestras aulas. Como docente, es innegable que existen ciertos síntomas en
los alumnos que nos pueden proporcionar dicha información. Por ejemplo, en mi
caso, intento estar atenta a aquéllos alumnos que les cuesta más seguir la
clase, los que necesitan más que les "guíe" en el proceso de
aprendizaje. En estos casos, intento explicar de nuevo la actividad o
proporcionar otro tipo de ejemplos para intentar que les quede algo más claro.
Toda esta diversidad de alumnado a la que debemos llegar
puede crear un verdadero problema como docentes: crear un mundo utópico en la
enseñanza. Es decir, no podemos pretender que la aplicación de nuevas técnicas
para mejorar el aprendizaje de los alumnos no tenga errores o minorías a las
que es más complicado llegar. Mi reflexión en este punto contempla la
posibilidad de aplicar distintas técnicas con los alumnos, teniendo paciencia y
confiando en la obtención de un número de resultados positivos. Debemos
exigirnos al máximo como docentes, pero a su vez, debemos tener tiempo para
aplicar todas y cada unas de las nuevas metodologías o técnicas de enseñanza.
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