"The man who can
make hard things easy is the educator"- Ralph Waldo Emerson
De todos es sabido la transcendencia del rol del
profesor en el proceso de aprendizaje de los alumnos. A pesar de esto, el
mundo real nos enfrenta a una serie de dificultades que nos pueden enfrentar a
la reflexión utópica que ha iniciado este Blog. Indudablemente, la enseñanza y
el aprendizaje son dos variables que se encuentran en permanente cambio, y la
realidad actual poco tiene que ver con el concepto que tenía el escritor, poeta
y filósofo estadounidense del siglo XIX.
Siguiendo esta línea que remarca los cambios
continuos que suceden en la educación y el aprendizaje, es interesante para el
docente prestar atención a diferentes metodologías y modelos pedagógicos que
pueden ampliar y mejorar el sistema educativo. Es en este punto donde el modelo
de Flipped Classroom emerge como un modelo a considerar en el estudio y la
práctica.
Antes de entrar en contacto con este modelo
pedagógico, mis ideas iniciales sobre el Flipped Classroom no abarcaban muchas
nociones. Es cierto que el propio término implica la existencia de un cambio,
de una "vuelta" que le damos a la clase. En un principio, pensé en la
dificultad de poder implementar un modelo en el que se cambia de esta manera
los papeles entre profesor y el alumno.
Sin embargo, gracias a los conocimientos
aportados por el curso, la teoría, esquemas y videos explicativos me han
permitido entender este modelo pedagógico desde una perspectiva más amplia. El
entendimiento del alumno como centro del aprendizaje permite que el profesor
pueda ser más consciente de las necesidades individuales, así como ahorrar
tiempo en la clase para actividades más beneficiosas para los alumnos. También
es considerable el papel que le da a las nuevas tecnologías. A día de hoy,
nuestros alumnos están acostumbrados a utilizar el móvil, tableta, ordenador,
por no mencionar el gran número de aplicaciones y de redes sociales. Así, el
modelo de Flipped Classroom permite a los estudiantes utilizar las nuevas tecnologías
(lo que indudablemente les puede motivar)
y al profesor a "dar la vuelta" a su visión de la clase
tradicional.
De todos los beneficios que el modelo Flipped
Classroom nos puede proporcionar, sin duda alguna existen dos nociones que son
mis favoritas. La primera responde a la centralización del alumno en el proceso
de aprendizaje. Desde mi punto de vista, debemos acabar (en la medida de lo
posible) con la concepción de que el proceso de aprendizaje es igual en todos
los alumnos. Debemos intentar guiar a nuestros alumnos en aquellos puntos que
necesiten para seguir con el cumplimiento de sus objetivos, sin establecer
excesiva exigencia por el cumplimiento de plazos. Los objetivos y la
competencias pueden ser valorados desde distintas perspectivas, y ningún alumno
es mejor que otro por llegar a un punto antes que otro. Finalmente, me gustaría
destacar el papel motivador de las nuevas tecnologías en el desarrollo de
nuestras clases. Creo que es indudable que cuánto más atractiva sea una actividad
para nuestros alumnos más ganas pondrán en ella y mayor motivación se
alcanzará. Así, este modelo nos permite aunar los conceptos que los alumnos
deben adquirir con las nuevas herramientas con las cuales los podemos
implementar.
Desde mi perspectiva como docente que está
empezando, tener a mano herramientas que pueden ayudar a hacer la clase más
dinámica, y no solo seguir el modelo tradicional, me aporta un mayor abanico de
posibilidades a desarrollar en mi trabajo. Todo lo que suponga mantener una
formación constante y estar al día de las nuevas tendencias permite que el
trabajo del profesor sea mejor, y así se puedan afrontar mejor las dificultades
que ya surgen día a día en la clase, ya que como he iniciado mi Blog, el
sistema educativo no es una utopía.
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